No, ¡todos los chocolates sirven para hacer tu fuente de chocolate!
Así como lo lees, este ingrediente estrella, es bastante versátil en el mundo de la repostería, existen distintos tipos de chocolates, cada uno con características únicas que los hacen más adecuados que otros para determinadas preparaciones. En el caso de las fuentes de chocolate, estas no son un caso aparte, es por eso que, en este artículo te enseñaremos la manera más adecuada de escoger que chocolates te pueden servir para esta receta y la manera mas óptima para su uso.
El secreto detrás de un buen chocolate para fuente radica en su capacidad para fluir suavemente y mantener una textura sedosa y secado rápido a temperatura ambiente. No todos los chocolates pueden lograr este equilibrio perfecto, sin embargo, existen técnicas de uso para lograr dichas características. A continuación, te contaremos algunas variantes en el chocolate que pueden lograr ese resultado final que tanto deseas.
El contenido de cacao es uno de los factores más importantes a considerar al momento de medir la viscosidad del producto. Los chocolates con un alto contenido de licor de cacao (60%, 70%, 85%) tienden a ser más “espesos” debido a que en su formulación el ingrediente de mayor contenido es el licor de cacao. El cacao proporciona la estructura necesaria para que el chocolate tenga un mayor porcentaje en concentración en sabores y menos porcentaje en grasas y azucares. En ese sentido, aquellos chocolates con un bajo contenido de cacao pueden contener más azúcar, leche y manteca de cacao, esto puede afectar su fluidez.
Un chocolate con una viscosidad adecuada tendrá la consistencia justa para fluir de manera uniforme por la fuente, sin ser ni demasiado líquido ni demasiado espeso. Esto asegura que el chocolate cubra los alimentos sumergidos de manera uniforme, y que, a su vez, forme una cascada atractiva durante un período prolongado.
Como lo mencionamos anteriormente, los chocolates varían su viscosidad de acuerdo con el porcentaje de licor de cacao que tenga su formulación (a mayor % de licor, mayor viscosidad), o la base grasa de dicho producto (manteca de cacao o grasa vegetal sucedánea).
Sin embargo, podemos modificar a gusto estas características aplicando un pequeño porcentaje (5% a 10%) de manteca de cacao al chocolate antes de su uso, recuerda que siempre debemos usar las grasas de acuerdo con la “base grasa” del producto que estemos manejando, es decir: chocolates reales – manteca de cacao; chocolates sucedáneos – grasas vegetales.
La estabilidad del chocolate a temperatura ambiente es fundamental para garantizar una fluidez y secado exitoso. Algunos chocolates pueden volverse demasiado líquidos o, por el contrario, endurecerse rápidamente cuando se exponen al aire. Esto puede resultar en problemas como la obstrucción de la fuente o la formación de grumos por solidificación.
Los chocolates que están formulados específicamente para su uso en fuentes suelen tener una estabilidad superior a temperatura ambiente, lo que garantiza una experiencia más practica en suavidad y secado en el producto final. Sin embargo, esto no quiere decir que no podamos usar nuestro chocolate favorito, todo dependerá de su grasa base para así manipular su fluidez. Cabe aclarar que, siempre variara el resultado final de la aplicación de acuerdo con la cobertura utilizada. Es decir, si queremos un baño de fuente, en el que requerimos que la capa de chocolate solidifique rápidamente, debemos usar chocolates sucedáneos que no requieren temperado. Pero, si necesitamos de un baño con sabores característicos y el cual la aplicación no me exija que la capa seque con rapidez, podremos usar chocolates reales, ya que en este proceso, el chocolate real no se estaría temperando, por lo cual no podríamos mantener las características propias de el (brillo, crocancia, estabilidad en temperatura ambiente), sin embargo, con esta línea de chocolates podremos resaltar sabores característicos propios del cacao como: vainilla, frutales, nuez, astringencia, etc.
El chocolate para fuente es una manera deliciosa y emocionante de disfrutar del cacao en su forma más indulgente. Al elegir el chocolate adecuado, dominar la técnica de preparación y seguir algunos consejos útiles, puedes crear una experiencia de chocolate verdaderamente espectacular que deleitará a tus invitados y elevará cualquier ocasión especial. ¡Sumérgete en el mundo del chocolate y deja que la magia fluya!